jueves, octubre 27, 2005

guerrillero ácido

Me despertó mi propio pedo. Al lado de mi cabeza aún tibio estaba el vómito de las dos.

Fui por leche. Me la tomé en el excusado de un McDonalds mientras cagaba y recordaba al muñeco de afuera.

Creo que está hecho de fibra de vidrio. Me lo quiero coger


Tocan a la puerta y respondo como terminator, con acento austriaco.

"Foc Yu Asjol"

¿Lo dije en voz alta?

Tocan de nuevo a la puerta.

-Señor, porfavor salga, necesitamos hablar con usted.

-Estoy zurrando ¿qué no ves?

Luego una segunda voz, y un primer par de zapatos se acerca. Golpes con un tolete. Policía, seguro.

¿Qué hago?

Abro la puerta con los pantalones abajo y la verga colgando.

-Estoy cagando. ¿Qué no ves?

-Señor. Va a tener que salir.

-¿Estás loco? Este es un lugar público.

-no es un baño público.

Dale un peso. No, se va a enojar. No importa, dáselo. Es un policía. ¿Y la niña que viene con él? La gerente, estúpido. Ya sé, idiota, pero ¿ella no se ofenderá? Estás desnudo. No creo que sea peor. Dale la pinche moneda.

-Qué está haciendo señor.

-Pagando por el baño.

-No es un baño público. Se tiene que salir.

-Fuck you.

Toletazo. Jalón de camisa. Asco en la cara de una niña bonita. El olor, se me olvidó el olor. Pero ya todo va pasando, la mierda se embadurna entre mis nalgas y sé que estoy en lo correcto. Empellones.


-¡Es una franquicia de un matadero de seres extraños, es gringo, for christ sake! ¿No saben que demandaron a esta compañía por vender reces mutantes? Y ellos ganaron el juicio diciendo que Res en latín, era "cosa".

Discusión-monólogo. Sólo queda esperar a que la luz roja entre por mis ojos, seguidita de la azul. Burla de los oficiales. Setenta y dos horas, separos, cucarachas y chinches. Cincuenta y dos pesos shampoo para piojos. Cincuenta y nueve pesos botella de vino.

Un triunfo para la resistencia.

2 comentarios:

Sofía Reyes dijo...

IM-PRE-SIO-NAN-TE TEXTO SEÑOR!

Pablo dijo...
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