viernes, febrero 26, 2010



Nuestras lenguas jugaron a los pactos,
lamerse, secarse, rascarse los oídos, comerse el cerumen,
volvernos veladoras que se creman.

Violentarnos, vendarte el falo con mascadas de primavera,
someterte, entrarte, eyaculaciones olor a polen,
amantes de las costras convertidas en pezones.

¡Qué pronto se hizo luz!
Me descubro con los dedos sangrantes y la vulva palpitante...

1 comentario:

elemea dijo...

no sé, a estas alturas, si se trata sólo de un recuerdo que no es mio y por alguna extraña razón me pertenece o si el sueño sucedió sin premoniciones y es real como el ave que escupe fuego en mi ventana o como el humo instalándose en mis pulmones... la luz se hizo en una cama que no es mi cama, en un reflejo que no es el mío, con sangre ajena en mis dedos.

Me gusta el final abierto, pensé muchas variantes pero me quedo con la del sueño de un doble que soy yo y al que le pertenezco pero que está en otra parte del cosmos...