miércoles, marzo 11, 2009

sonámbula diurna

Noche
Lloraba por la pena que le causaba ella misma en medio del fantoche que simulaba llorar por los amores perdidos y del otro que gesticulaba amargura con las mandibulas muy abiertas. Nadie reía.

Sueño
No era de ninguno de los dos ni de nadie más. Se pertenecía a ella misma. Corrió perseguida por el recuerdo de un cuerpo lampiño, suave, rojo hasta que la alcanzó. Tenían que huir lejos, lejos del fantoche, de los demás, de sí mismos... no hay tal lugar.

Día
Despertó para encontrarse con las horas ausentes de ti y el pensamiento nauseabundo de la noche perdida.

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